miércoles, 19 de enero de 2011

Cómo mantener tu equipamiento de ejercicio

Mientras que todo el mundo parece estar comprando o al menos interesado en comprar un aparato de ejercicios para la casa, solo un pequeño porcentaje sabe cómo cuidarlo y mantenerlo. Y peor aún, mucha gente que se ha gastado sus buenos euros en equipamiento de fitness ha terminado guardándo esa máquina en el garage luego de solo unos cuantos meses de uso. Como sea, si ya tienes una o piensas comprarte, luego de este artículo sabrás cómo mantenerla para ahorrarte dolores de cabeza, y ni hablar del dinero.

Lo primero a considerar es tener tu equipamiento bajo techo. A esta altura la gran mayoría de los aparatos de fitness vienen con partes de metal y plástico, o con displays y circuitos electrónicos en ellos, todos estos materiales que cuando se exponen al aire libre se deterioran más rápido. Si los pernos o alguna otra parte importante se oxidan, lo más probable es que sucumban al óxido y muchas de ellas ya no funcionarán correctamente.

Si realmente necesitas ejercitarte al aire libre búscate algún aparato que tenga rueditas, de manera que puedas sacar fácilmente ese aparato hacia el patio y luego cuando termines de utilizarlo volver a guardarlo. Algunas cintas de correr, elípticas y bicicletas fijas poseen pequeñas ruedas para un fácil traslado. La otra opción ya sería que te compres una soga o una bicicleta de ruta o mountain bike si prefieres entrenar al aire libre...

Otra recomendación es que utilices el aparato o máquina en cuestión de acuerdo a las directivas del manual. Esto es fundamental. Las indicaciones del fabricante están allí por una buena razón. Y si las sigues podrás beneficiarte de ese nuevo aparato que te compres por muchos años más que si solo hubieras subestimado esas instrucciones importantes. Casi nadie las lee, por favor no seas de ellos. Son solo dos, cinco, diez minutos, y puedes ahorrarte cientos de euros.

Por supuesto que casi toda la parafernalia es bastante simple, desempacas, armas lo que tienes que armar y lo usas. Las cintas de correr, los escaladores y las bicicletas fijas son de este tipo, pero otras, como las bicicletas elípticas o las plataformas vibratorias suelen venir con instrucciones especiales, así que asegúrate de leerlas. Como dije, son solo unos minutos, así que lee todo el manual, incluso del aparato más simple que te compres.

Una vez que comprendas lo básico que tienes que hacer con tu nuevo aparato que puede ayudarte a optimizar el uso y los cuidados, lo más probable es que termines disfrutando el doble de tu compra. Y esto tendrá como consecuencia que utilizarás tu nuevo aparato con más frecuencia. Probablemente sea un efecto psicológico, aunque también puede ser que realices los ejercicios como se los recomienda y eso signifique una mayor facilidad. Como sea disfrutarás más de tu compra y tu máquina de ejercicios no terminará en el garage o como un perchero costoso.

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